La capacidad de las mujeres poblanas para conquistar sus metas ha rebasado incluso al planeta Tierra, pues han sido varias las que han participado en misiones espaciales.
Uno de los casos más significativos es el de Margaret Domínguez Rodríguez, egresada de la carrera de Física por parte de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y originaria de Tecamachalco.
Llegó a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos (más conocida como NASA por sus siglas en inglés) donde trabajó durante la realización de su doctorado.
Ella participó en el desarrollo del telescopio espacial Roman, un dispositivo que permitirá entender la energía oscura y encontrar exoplanetas, gracias a que el campo de visión de este equipo es 100 veces más grande que el telescopio Hubble.
El lanzamiento de este dispositivo al espacio está previsto para el 2025.
Otro ejemplo es el de Ingrid Marian Domínguez Juárez, egresada de la carrera de Ingeniería Aeronáutica en Manufactura de la Universidad Aeronáutica de Querétaro y originaria de San Miguel Xoxtla.
Entre el 28 de junio al 15 de julio de 2023 fungió como astronauta análoga en Santander, España, con un proyecto de la empresa Astroland Interplanetary Agency que buscó recrear el ambiente hostil que hay en Marte.
La expedición simulada tuvo lugar en una gran cueva de Cantabria, con 1.5 kilómetros de largo y 60 metros de profundidad, donde las temperaturas son extremas, se viven tormentas de polvo y otras condiciones.
Su trabajo como astronauta análoga en el proyecto de investigación implicó emular en tierra las posibles condiciones que se vivirían en caso de viajar a Marte, con la finalidad de identificar riesgos y reducirlos.
El tercer caso es el de Ana Kristy Martínez López, quien cursó el sexto semestre de la preparatoria de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y en noviembre viajará a Alabama para participar en los preparativos de otra misión a Marte.
La casa de estudios dio a conocer en mayo que la estudiante era una de 60 jóvenes elegidas en todo el mundo para participar en el International Air and Space Program de la NASA.
En el programa trabajan de la mano con expertos para proponer posibles soluciones a problemas que se presenten en la misión y en la construcción de cohetes, además de tener la oportunidad de asistir a las clases de entrenamiento para astronautas.
La joven se ganó un lugar en el programa de la NASA con un proyecto que se basó en hacer que los paneles solares de los rovers que son dirigidos a Marte sean más resistentes a las tormentas de viento.
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