La aprobación del paquete de 95 mil millones de dólares desata tensiones entre Washington y Moscú mientras beneficia a Ucrania, Israel y Taiwán.
Este sábado, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó con rapidez un ambicioso plan de ayuda militar por un total de 95 mil millones de dólares destinado a Ucrania, Israel y Taiwán.
La decisión fue recibida con alivio por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien afirmó que esta asistencia «salvaría miles y miles de vidas». Sin embargo, la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova, advirtió que esta ayuda «exacerbará las crisis mundiales».
Este proyecto, que ha reunido apoyo mayoritario bipartidista tras semanas de intensas negociaciones, ahora pasará al Senado. Según Chuck Schumer, líder de los demócratas en esa cámara, las iniciativas podrían ser consideradas en sesión este martes.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, elogió la unidad bipartidista, señalando que «en este punto de inflexión crítico, se unieron para responder al llamado de la historia». Destacó que el paquete proporcionará apoyo crucial a Ucrania e Israel, así como ayuda humanitaria a lugares como Gaza, Sudán y Haití, y fortalecerá la seguridad en el Indo-Pacífico.
La propuesta de asistencia para defensa fue presentada el miércoles y representa meses de negociaciones intensas y presiones de Zelenski y aliados internacionales. La financiación para Ucrania era crucial, ya que Estados Unidos es su principal respaldo militar, especialmente en su lucha contra la invasión rusa iniciada en febrero de 2022.
El tema se convirtió en un pulso entre Biden y su principal rival republicano, Donald Trump, especialmente en un año electoral. A pesar de la resistencia republicana, liderada por Trump, Mike Johnson, líder republicano de la Cámara de Representantes, finalmente respaldó un paquete de 61 mil millones de dólares para Ucrania, afirmando: «Prefiero enviarle balas a Ucrania que soldados estadounidenses».
Además de la ayuda militar y económica, el plan autoriza a Biden a confiscar y vender activos rusos para financiar la reconstrucción de Ucrania, una propuesta que ha ganado apoyo en el G7.
La aprobación de este paquete brinda un respiro a los aliados de Estados Unidos, pero podría tener consecuencias políticas para Johnson, quien enfrenta críticas y amenazas de destitución por parte de legisladores republicanos conservadores y partidarios del aislacionismo.
En resumen, mientras el Congreso de Estados Unidos busca equilibrar las relaciones globales mediante esta ayuda militar, el juego político interno y las tensiones con Rusia añaden capas de complejidad a esta decisión trascendental.
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