DEA asocia epidemia de fentanilo con «hegemonía» de cárteles mexicanos y corrupción «en todos los niveles del gobierno»

Informe demoledor de la agencia estadounidense señala a los gigantes del crimen organizado: el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) son los grandes protagonistas del último informe anual de la DEA. La agencia antinarcóticos de Estados Unidos ha hecho público su informe anual en medio de nuevas tensiones con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por los reclamos hechos esta semana ante la Cámara de Representantes por los retrasos en la entrega de visas para sus elementos desplegados en México.

El Gobierno mexicano ha negado que la cooperación bilateral en la llamada guerra contra las drogas sea «inconsistente», como acusó la zar antidrogas Anne Milgram, y ha dado por terminada la polémica al asegurar que las autorizaciones ya han sido entregadas desde hace semanas. El encontronazo con las autoridades mexicanas no ha movido un ápice la posición de la DEA en la lucha contra el narcotráfico y su cruzada contra las organizaciones criminales de nuestro país, a quienes señala como los responsables de la epidemia de fentanilo que azota a la sociedad estadounidense. «Los cárteles de Sinaloa y Jalisco han causado la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos», se lee en el documento.

La DEA asegura que las ganancias del Cártel de Sinaloa y el CJNG por el tráfico del fentanilo están en el orden de los miles de millones de dólares cada año, gracias a una extensa red criminal que se extiende por más 40 países y los 50 Estados de EE. UU. «Operan largas cadenas mundiales de suministro, desde los precursores químicos hasta instalaciones de producción, y dirigen una compleja red de cómplices que incluye a navieras internacionales, transportistas en ambos lados de la frontera, funcionarios corruptos, constructores de túneles, empresas fachada, testaferros que blanquean el dinero y otros», advierte la agencia en el informe.

La hegemonía de Sinaloa y Jalisco «ha eliminado efectivamente a toda su competencia en el mercado estadounidense», agrega la institución. En su perspectiva, ambos cárteles rivales son los únicos mandamases en el mercado de las drogas ilícitas en Estados Unidos.

Los hallazgos llegan, como ha sido en otras ocasiones, envueltos en polémica y en contradicción evidente con la posición oficial del Gobierno de López Obrador, que ha insistido que «en México no se produce fentanilo» y que sólo es un eslabón intermedio en la larga cadena de tráfico que empieza en Asia. La DEA, sin embargo, pone también en la mira la efectividad de que la Marina mexicana haya asumido el control aduanal y la vigilancia de los principales puertos del país, al asegurar que son los grupos criminales los que realmente controlan las terminales portuarias.

El diagnóstico se remata con señalamientos de corrupción sobre jueces y funcionarios de todos los niveles del Gobierno mexicano, aunque no se detallan las acusaciones. Ese ha sido el mayor punto de fricción con López Obrador, que este año acusó a la DEA de estar detrás de una ola de filtraciones periodísticas que vinculan a su círculo cercano con el crimen organizado.

 

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