Luego de que la Secretaría de Salud estatal se deslindara de cualquier responsabilidad sobre el “sanador” rumano Mircea Gabriel Mihaila, quien sigue ofreciendo en las calles del Paseo Bravo servicios para “quitar el dolor”, el Ayuntamiento de Puebla ha terminado por sugerirle que abra un negocio formal y aproveche incentivos municipales.
A pesar de los intentos por retirarlo de la vía pública, el rumano continúa atendiendo a sus seguidores sin contar con permisos ni regulación sanitaria. La administración municipal, lejos de sancionarlo o impedir su operación, ahora lo invita a regularizarse a través del programa “Incentiva Puebla”, que exenta de varios trámites para abrir un establecimiento.
El secretario de Economía y Turismo, Jaime Oropeza Casas, aclaró que Mircea no puede ofrecer un servicio médico, por lo que debería inscribirse bajo giros como coaching o asesoría. Sin embargo, hasta el momento no hay acciones concretas para garantizar que se haga responsable de su actividad o que se le otorgue un local.
Mientras tanto, el “sanador” sigue trabajando al aire libre y con una agenda saturada, lo que expone un vacío en el control de la autoridad para proteger la salud pública y regular el comercio informal en la ciudad.
Esta situación evidencia la indefinición entre las dependencias estatales y municipales, que ante la imposibilidad de frenar a Mircea, optan por incentivarlo a formalizarse en lugar de actuar con firmeza para garantizar la seguridad y la legalidad.
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