El gobierno de Puebla prevé que este año concluya con alrededor de 9 mil deportaciones de migrantes poblanos desde Estados Unidos. La cifra implicaría una baja de casi 35% frente a 2024, aunque el problema sigue siendo crítico: cada día, en promedio, 23 personas originarias del estado son retornadas.
De enero a la fecha se contabilizan 5 mil 360 deportaciones. Sin embargo, la mayoría de los retornados no ha accedido a los programas de apoyo estatal. El más representativo, “Migrante Emprende”, ofrece 20 mil pesos para iniciar un negocio, pero pocos conocen su existencia. Muchos prefieren permanecer en la frontera para volver a intentar el cruce o regresar a sus comunidades sin integrarse a la oferta gubernamental.
La administración estatal asegura que ha reforzado la atención con recorridos en las 21 regiones del estado. También realiza reuniones en Tehuacán, Atlixco, San Martín Texmelucan y comunidades de la Sierra Norte y Negra. Pese a ello, los resultados siguen siendo limitados frente a las necesidades reales.
El problema migratorio no se limita a los adultos. En albergues del Sistema Estatal DIF se ha dado atención a 139 niñas y niños migrantes en lo que va del año. De ellos, 125 son de origen centroamericano y apenas cuatro son poblanos. La presencia de menores confirma que Puebla sigue siendo un punto clave en la ruta hacia la frontera norte.
Otro rubro poco visibilizado es la repatriación de restos humanos. En lo que va del año, 49 cuerpos de migrantes poblanos han sido trasladados desde Estados Unidos a sus comunidades. Además, el IPAM reporta haber acompañado a 145 personas en trámites de documentación, una cifra reducida frente al número total de deportaciones.
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