Uno de los hallazgos paleontológicos más relevantes registrados recientemente en el sur de Puebla enfrenta un freno significativo. La investigación sobre huellas de dinosaurios localizadas en la región de Tehuacán no continuará, debido a la ausencia de presupuesto y a las condiciones de riesgo en las zonas donde se encuentran los vestigios.
Las huellas, con una antigüedad estimada de alrededor de 120 millones de años, corresponden a distintos grupos de dinosaurios que habitaron el centro de México durante el Cretácico Inferior. Su existencia fue confirmada por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un boletín difundido el pasado 4 de diciembre, tras exploraciones realizadas desde septiembre de 2025.
Sin embargo, el responsable del área de Paleontología del Centro INAH Puebla, Iván Alarcón Durán, reconoció que el proyecto de investigación se encuentra detenido. De acuerdo con el especialista, los rastros se localizan en laderas de barrancas y paredes casi verticales, lo que impide garantizar condiciones mínimas de seguridad para el trabajo de campo.
Además de los riesgos físicos, el biólogo explicó que el desgaste natural de los sedimentos provocará la desaparición progresiva de las huellas en un corto plazo, por lo que destinar recursos a su conservación o excavación no resulta viable frente a otras prioridades institucionales.
La situación fue documentada por el periodista Joaquín Patiño, quien dio a conocer que, ante la imposibilidad de continuar con la exploración formal, el INAH solicitó a pobladores de la región realizar un registro básico mediante fotografías tomadas con teléfonos celulares, como única forma de documentar los vestigios.
Los rastros identificados se distribuyen en al menos tres localidades: Santa Ana Xaloxtoc, en Tehuacán; Santa Catarina Tehuixtla, y San Lucas Teteletitlán, en el municipio de Atexcal. En cada sitio se contabilizaron entre cinco y 20 huellas, dispersas a lo largo de tramos de hasta 300 metros, principalmente en zonas erosionadas por ríos y lluvias.
El análisis preliminar permitió identificar huellas de dinosaurios herbívoros de la familia Iguanodontidae, así como de saurópodos y pequeños terópodos. También se detectaron indicios que podrían corresponder a grandes dinosaurios carnívoros y a reptiles voladores, aunque estos casos requieren estudios adicionales para su confirmación.
Especialistas señalaron que un registro detallado de estas icnitas permitiría reconstruir con mayor precisión el antiguo ecosistema de la región, que hace millones de años se encontraba bajo el mar. No obstante, la falta de financiamiento ha limitado la posibilidad de ampliar el conocimiento sobre las especies y el ambiente que caracterizaron esta zona del país






