Más de una semana después de que el IMSS-Bienestar se comprometiera a restablecer el servicio de hemodiálisis en el Hospital General del Norte, al menos 100 pacientes renales continúan sin recibir tratamiento, poniendo en riesgo su salud de manera alarmante.
El pasado 2 de julio, Gerónimo Lara Gálvez, coordinador general del IMSS-Bienestar en Puebla, aseguró que el servicio sería reanudado en menos de 24 horas para acabar con las protestas y demandas de los derechohabientes. Sin embargo, la realidad es que la atención sigue suspendida y las promesas incumplidas.
La suspensión se originó por la terminación del contrato con la empresa Zndeko SA de CV, responsable del equipo de hemodiálisis. A pesar de que se renegoció un acuerdo temporal para continuar con el servicio, la reinstalación de los equipos aún no se completa y los pacientes siguen a la deriva.
Frente a la inacción de las autoridades, muchos han tenido que recurrir a clínicas privadas, pagando altos costos que superan los mil pesos por sesión, mientras sus condiciones de salud empeoran día a día. Alicia Mendoza, familiar de uno de los afectados, denunció la falta de respuestas y la cancelación constante de citas, evidenciando la falta de organización y compromiso.
Incluso, algunos pacientes han tenido que ser hospitalizados en otros centros ante la gravedad causada por la ausencia del tratamiento. La falta de gestión eficaz ha provocado protestas y bloqueos, pero la solución sigue pendiente.
Este caso expone una grave deficiencia en la atención médica para grupos vulnerables y pone en entredicho la capacidad del IMSS-Bienestar para cumplir sus compromisos y garantizar servicios básicos indispensables.
You must be logged in to post a comment Login