El gobierno de Puebla, encabezado por Alejandro Armenta, ha presentado un ambicioso plan para extender la ruta del Tren Turístico Puebla-Cholula, que originalmente conectaba la capital del estado con Cholula, hasta los municipios de Atlixco e Izúcar de Matamoros. Este proyecto forma parte del Plan Estatal de Desarrollo 2024-2030, cuyo objetivo es promover el turismo y mejorar la conectividad entre las principales zonas del estado.
La propuesta fue anunciada oficialmente el 11 de abril ante el Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Puebla (COPLADEP), y publicada el 10 de mayo en el Periódico Oficial del Estado. Bajo el nombre de Transformador 23, el plan tiene como meta fomentar el desarrollo económico regional, facilitando el movimiento de personas y productos entre los destinos turísticos más relevantes de la entidad.
A pesar del optimismo que genera la idea de revitalizar este sistema ferroviario, aún quedan pendientes aspectos técnicos clave, como el trazado específico entre Cholula e Izúcar de Matamoros y la posible implementación de una vía doble, lo que permitiría una mayor eficiencia en el servicio. Estos detalles serán fundamentales para la viabilidad del proyecto.
El Tren Turístico original, inaugurado en 2017 con una inversión de mil 574 millones de pesos, conectaba Puebla con Cholula a través de 17.2 kilómetros de vía ferroviaria. Sin embargo, debido a la baja demanda de pasajeros y los altos costos operativos, el gobierno de Miguel Barbosa Huerta determinó su cierre en 2022, después de registrar un importante déficit financiero.
Un informe de 2023 reveló que el costo anual de operación ascendía a 68.85 millones de pesos, mientras que los ingresos apenas alcanzaban los 986 mil pesos. El material rodante fue vendido y ahora forma parte del Tren Interoceánico, que conecta Veracruz con Oaxaca.
Además de este proyecto ferroviario, el Plan Estatal de Desarrollo incluye otras iniciativas importantes en infraestructura, como la construcción del Distribuidor Vial “Hermanos Serdán” y la modernización de las estaciones del Tren México-Puebla-Veracruz. También se planean mejoras en la movilidad urbana mediante una red de ciclovías y la rehabilitación del Ecoparque Malintzi.
Con este enfoque renovado, el gobierno de Armenta busca darle una segunda oportunidad a una de las iniciativas más controvertidas del pasado, ajustándola a las nuevas necesidades del estado y asegurando que, esta vez, el proyecto sea económicamente viable y sostenible.
