La situación actual del relleno sanitario de Chiltepeque, ubicado en la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla, al poniente de la capital de Puebla, se desconoce ante la falta de un informe actualizado.
Verónica Mastretta Guzmán, integrantes de Dale la Cara al Atoyac, organización no gubernamental que impulsa el cuidado del medio ambiente, destacó la importancia de que las autoridades de los tres niveles de gobierno analicen la situación en que se encuentra el inmueble que recibe los desechos sólidos que se generan en la capital del estado.
En el pasado, los líquidos que genera la basura o los lixiviados, rebasaban los niveles de las lagunas de oxidación, es decir, los espacios donde se contienen para evitar que lleguen a los mantos freáticos.
“Las autoridades correspondientes de la inspección y vigilancia de los rellenos sanitarios, el Organismo Operador del Servicio de Limpia por el ayuntamiento de Puebla, el gobierno del estado vía la Secretaría del Medio Ambiente y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tendrían que checar hoy si los lixiviados se están manejando de manera correcta. No tengo un reporte actualizado de la situación”, apuntó.
Hace una década, se realizó una visita conjunta al relleno sanitario de la capital por parte del gobierno municipal y el gobierno estatal, en la que se detectaron diferentes anomalías.
Actualmente, la zona buffer o de amortiguamiento que mantendría al relleno lejos de zonas habitacionales y, a raíz de cambios de uso de suelo que permitieron crear nuevos desarrollos, se redujo: “Ahora, el relleno está mucho más cerca de lo que debió permitirse. Hay poca distancia entre un relleno y las colonias”, explicó.
Mastretta Guzmán destacó que ante la posible ampliación de la concesión para la operación del relleno sanitario de Puebla, se requiere un monitoreo de las autoridades con la participación de la ciudadanía.
“Debería existir un consejo permanente, consejeros permanentes, por ejemplo, en el Organismo Operador del Servicio de Limpia. Se requiere tener monitores ciudadanos que tengan el pulso entre administración y administración. Lo que pasa es que ese pulso se pierde cada tres años”, manifestó.
La integrante de la organización no gubernamental que impulsa el cuidado del medio ambiente resaltó la importancia de que se revise el modelo de recolección y disposición final de residuos porque no está orientado al reciclaje.
“Nos estamos acabando un relleno sanitario que ya tienen encima la ciudad, encima las colonias y tiene un espacio muy limitado cuando la alternativa es buscar el reciclaje. Estamos enterrando mucho valor, aluminio, plásticos y otros elementos que pueden reutilizarse, pero están generando volumen en el relleno”, destacó.
Vecinos que viven cerca del relleno sanitario de Chiltepeque denunciaron posibles irregularidades en la operación del inmueble, en el manejo de los residuos y en el tratamiento de líquidos que genera la basura, conocidos como lixiviados.
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