Artefactos explosivos detonaron mientras policías estatales y municipales inspeccionaban un automóvil reportado como robado en el municipio de Coronango, Puebla. En la cajuela del vehículo, los oficiales encontraron bolsas negras que presuntamente contenían restos humanos.
El incidente ocurrió durante la madrugada del 30 de junio, cuando se recibió el reporte de un auto abandonado en la calle Guerrero y Camino Viejo a Mihuacán. Al llegar al lugar, los policías encontraron un Honda color rojo con franjas azules y placas de la Ciudad de México.
Tras acordonar la zona, se escucharon dos explosiones que provocaron que una agente municipal resultara herida por esquirlas. La mujer fue atendida por paramédicos y trasladada a un hospital; su estado de salud es estable, según confirmó el secretario de Seguridad Pública, Vicealmirante Francisco Sánchez González.
Ante la posibilidad de más explosivos, agentes ministeriales y personal del Ejército ordenaron evacuar el área y utilizaron drones para verificar que no hubiera más artefactos que pusieran en riesgo a los oficiales y civiles.
Hasta el momento, las autoridades mantienen el área acordonada para realizar las investigaciones pertinentes y aún no se ha confirmado oficialmente la naturaleza de los explosivos ni la veracidad de la presencia de restos humanos en el vehículo.
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