Hasta 30% de sus ventas pierden las franquicias del Centro Histórico de Puebla por la competencia de puestos ambulantes, que operan sin regulación ni control. Restaurantes, cafeterías, perfumerías y tiendas de ropa son los más afectados.
Alrededor de 300 negocios enfrentan esta presión económica, según Francisco Lobato Galindo, vicepresidente de la Red Mexicana de Franquicias. Los insumos perecederos y la venta diaria hacen que las pérdidas sean irreparables en restaurantes y cafeterías.
Los altos costos fijos agravan la situación: las rentas oscilan entre 25,000 y 40,000 pesos mensuales, y adquirir una franquicia de marca reconocida puede implicar hasta 3 millones de pesos de inversión inicial, lo que pone en riesgo la continuidad de muchos negocios.
Los vendedores ambulantes representan competencia desleal, ya que no pagan impuestos y ofrecen productos más baratos, afectando directamente a comercios formales y al cumplimiento fiscal que estos sostienen.
El impacto económico se traduce en un riesgo real de cierre de negocios y pérdida de empleos. Estas franquicias generan aproximadamente 8,000 puestos de trabajo, lo que podría traducirse en desempleo masivo si la situación persiste.
Además, la proliferación de puestos informales deteriora la imagen turística de Puebla y evidencia la falta de ordenamiento urbano en el Centro Histórico, un compromiso pendiente por parte del Ayuntamiento.
Los empresarios exigen acciones inmediatas: un plan de reordenamiento que limite la competencia desleal y proteja tanto a las franquicias como a los empleos que dependen de ellas.
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