El incendio forestal más crítico en Puebla se registra en el Cerro de Toluca, en el municipio de Libres, donde el fuego ya amenaza territorio de Tlaxcala. Este siniestro es uno de los cinco que continúan activos en el estado, junto con otros ubicados en Tlachichuca (Ejido San José Llano Grande y Cerro Gordo), Quecholac (Rancho Santa Rosa) y Teziutlán (predio San Diego).
Para contener el avance del fuego en Libres, brigadas de la Conafor, Protección Civil estatal y municipal, la Policía Estatal y grupos especializados como los “Coyotes” trabajan en coordinación, apoyados por un helicóptero Bell que realiza descargas de agua desde el aire.
En lo que va del año, Puebla acumula 153 incendios forestales, lo que la coloca en el sexto lugar a nivel nacional. La superficie afectada ya suma mil 952 hectáreas, y la entidad forma parte de los diez estados que concentran el 78% de los siniestros registrados en todo el país.
Las causas principales de estos incendios están relacionadas con la quema de terrenos para actividades agrícolas, prácticas pecuarias e incluso acciones intencionales. En total, 267 combatientes se encuentran desplegados en las zonas afectadas, trabajando por tierra para mitigar los daños.
Aunque el gobierno estatal ha destacado su capacidad de reacción rápida, asegurando que la mayoría de los incendios recientes se han sofocado en un máximo de 48 horas, el caso de Tlachichuca, activo desde hace varios días, refleja la dificultad de contener algunos focos en zonas montañosas y con condiciones climáticas adversas.
Como parte de la estrategia para proteger los ecosistemas, Puebla presentó en marzo su nueva Policía y Guardia Forestal, integrada por 140 elementos capacitados para actuar de forma inmediata. El proyecto tuvo una inversión de 60 millones de pesos y busca reducir los tiempos de respuesta ante emergencias.
A nivel nacional, en 2025 se han registrado 2,553 incendios forestales que han afectado más de 191 mil hectáreas, la mayoría con vegetación arbustiva y herbácea. Las autoridades advierten que las temperaturas superiores a 35 °C incrementan el riesgo en regiones como el suroeste de Puebla, donde las condiciones siguen siendo críticas.
