En Puebla, cerca de 82 mil empleos y 140 empresas de proveedores de la industria automotriz están en riesgo si no se logra frenar definitivamente los aranceles del 25% que el gobierno de Estados Unidos amenaza con imponer a los productos mexicanos que se exporten a dicho país.
Pese a la pausa de los aranceles, el sector automotriz está en incertidumbre, ya que, si se llegaran a aplicar dichas políticas, los precios de los vehículos incrementarían drásticamente, lo que provocaría una caída en las ventas, ocasionando pérdidas para las empresas que tendrían que recortar personal y simplificar sus cadenas de suministro.
El secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) advirtió que el 80% de los vehículos que se fabrican en Puebla son exportados al vecino país del norte, y de no tener un precio competitivo en el mercado, las ventas caerán.
Aseguró que, tan solo por parte de la CROC, existen 10 contratos colectivos con empresas que forman parte de la cadena de suministro. A ello se suman agremiados de la Confederación de Trabajadores de México y otras organizaciones sindicales que temen que podrían venir ajustes en los gastos de operación de las empresas, lo que llevaría a recortes de personal.
La industria automotriz es fundamental en la economía de Puebla debido a la presencia de las armadoras de Volkswagen y Audi. Por ello, existe preocupación entre los trabajadores y las empresas que forman la cadena de proveedores, que podrían resultar severamente afectadas en caso de que se apliquen los aranceles del 25% a los vehículos mexicanos que se exporten a Estados Unidos.
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