Delincuentes y políticos infiltraron funcionarios en la Fiscalía General del Estado de Puebla, lo que derivó en la apertura de al menos ocho carpetas de investigación contra personal actualmente separado de sus funciones. Las autoridades locales reconocen que esta red operó desde dentro de la institución para favorecer intereses particulares.
La titular de la Fiscalía, Damis Pastor Betancourt, admitió públicamente que desconoce el periodo exacto en que ocurrió la infiltración, pero confirmó que la institución se encuentra en un proceso de revisión interna tras detectar diversas irregularidades. Durante los primeros seis meses de su gestión, al menos 15 personas han dejado su cargo, en el marco de las indagatorias por posibles actos de corrupción.
Este caso forma parte de una reestructuración más amplia en el aparato estatal. El gobernador Alejandro Armenta declaró que distintas áreas vinculadas a la seguridad, como la Fiscalía, el Instituto Registral y Catastral, y el Registro Civil, están siendo sometidas a procesos de depuración, tras detectar el uso indebido de funciones públicas para beneficio personal o de grupos.
En julio, la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno reportó la apertura de 471 expedientes administrativos contra personal adscrito a oficinas estatales, particularmente en el municipio de Teziutlán, donde se presume operaba una red de corrupción entre funcionarios del Registro Civil y del Instituto Registral.
Las autoridades han señalado que continuarán con las investigaciones y no descartan nuevas sanciones, mientras se busca restablecer mecanismos de control interno en las dependencias afectadas.
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