Huauchinango enfrentó más de 50 horas continuas de lluvia, provocando inundaciones, caída de árboles, obstrucciones en calles y carreteras, así como desbordamiento de zonas colindantes con el Río Chiquito. Ante la emergencia, el alcalde pidió a las familias en riesgo priorizar su seguridad y habilitó el Recinto Ferial como refugio temporal.
Durante la tarde del jueves se contabilizaron al menos 10 árboles caídos, cinco deslizamientos de tierra, dos ríos desbordados, un poste en riesgo de colapso y múltiples cierres viales en la autopista y carretera federal México-Tuxpan. La escasez de equipos obligó a los propios vecinos a intentar rescatar pertenencias y colaborar en las labores de limpieza.
En Cuetzalan, un deslave en la localidad de Pepexta dejó parcialmente cerrada la carretera, y Protección Civil retiró tierra y ramas para habilitar al menos un carril. Mientras tanto, en Zoquitlán, un derrumbe en el barrio Totlala fue atendido con maquinaria pesada para liberar el tránsito.
Tlatlauquitepec registró un hundimiento en la carretera Cuetzalan-Mazaltepec, por lo que las autoridades acordonaron la zona y recomendaron a los automovilistas usar la ruta alterna hacia Xalpanzingo hasta que se completen las reparaciones. En Zihuateutla, un deslizamiento y la caída de un árbol en Mazacoatlán obligaron a cerrar parcialmente la vía mientras se retiraba el material y se aseguraba la zona.
En Zacapoaxtla, la caída de cables de la CFE generó el cierre temporal del Libramiento Oriente, permitiendo solo el tránsito de vehículos ligeros; los camiones de carga permanecieron detenidos hasta que concluyeron las reparaciones. El Hotel Pozo Viejo abrió sus instalaciones para dar refugio a familias afectadas.
Las autoridades estatales insistieron en conducir con precaución, seguir las recomendaciones de Protección Civil y mantenerse informadas, ya que se pronostican al menos otras 72 horas de lluvia que podrían intensificar los daños en la región.
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