El enfrentamiento entre las facciones criminales lideradas por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán, conocidos como «Los Chapitos», y el grupo de Ismael «El Mayo» Zambada, «Los Mayitos», ha dejado 609 personas sin vida y 186 desaparecidas en Sinaloa desde el 9 de septiembre.
En el último mes, 200 muertes han sido documentadas, varias de ellas en fosas clandestinas.
Entre las víctimas, 19 eran mujeres, siete de las cuales murieron en noviembre, algunas en ataques directos como el ocurrido en una vivienda incendiada al sur de Culiacán y en una cafetería durante un atentado contra un jefe policiaco.
Además, este periodo estuvo marcado por ataques a elementos de seguridad, con nueve policías, activos o retirados, asesinados en Culiacán y Mazatlán.
La Fiscalía General de Justicia de Sinaloa ha registrado 406 privaciones de libertad, de las cuales 170 personas han sido localizadas con vida, 50 sin vida y 186 permanecen desaparecidas.
Como parte de las acciones de seguridad, se han iniciado 281 carpetas de investigación desde el inicio del conflicto y se han detenido a 184 personas vinculadas a las células criminales.
Entre los detenidos destacan miembros de ambos bandos, como Mario Alexander Gámez y Marcelino Ticante, relacionados con «Los Chapitos» y Edwin Antonio Rubio y Luis Mendoza, vinculados con «Los Mayitos».
También se han asegurado armas, vehículos blindados y diversos inmuebles utilizados por estos grupos.
Las autoridades han decomisado 757 armas largas, 138 armas cortas, más de 246 mil cartuchos y 364 vehículos, además de 13 inmuebles.
Sin embargo, los enfrentamientos continúan en Sinaloa, dejando a la población civil en medio de esta disputa territorial.
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