Para el exgobernador de Puebla y actual titular del Instituto Nacional de Migración, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, el acompañamiento de seguridad que permanece bajo su resguardo no debe interpretarse como un beneficio extraordinario. Asegura que los cuatro elementos estatales que continúan asignados a su entorno familiar responden a una necesidad derivada de su labor fuera de la entidad y no a un uso discrecional de recursos públicos.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal fue la primera en precisar que el apoyo no asciende a 16 escoltas, como había circulado en versiones iniciales, sino a cuatro integrantes especializados que permanecen destinados al exmandatario. La dependencia explicó que el esquema se encuentra dentro de los lineamientos permitidos para exfuncionarios que requieren medidas de protección.
Céspedes Peregrina justificó que la separación geográfica entre su residencia en Puebla y sus funciones en la Ciudad de México es el argumento central para mantener el dispositivo. Subrayó que su prioridad es la seguridad de su familia, por lo que el personal permanecerá asignado mientras exista esa condición.
Ante la pregunta de si devolvería a los agentes a la Secretaría tras su nombramiento en el INM, el funcionario federal descartó esa posibilidad. Afirmó que su situación operativa exige conservar el apoyo y que el recurso se utiliza dentro del marco legal establecido.
La Secretaría de Seguridad estatal también dio a conocer que otros exgobernadores conservan esquemas similares. Melquiades Morales Flores cuenta con dos escoltas, Guillermo Pacheco Pulido con cuatro, mientras que José Antonio Gali Fayad no mantiene personal asignado.
Céspedes defiende que su escolta es legal, pero la utilización de recursos estatales para privilegiar a antiguos gobernantes alimenta cuestionamientos que no cesan. La discusión continúa y el respaldo oficial a su seguridad, por lo visto, también.






