La intención de ampliar la extracción de feldespato en una zona forestal de Zacatlán volvió a colocar a la actividad minera en el centro del debate ambiental, luego de que la empresa mexicana Feldmex solicitara autorización federal para intervenir un área boscosa considerada de alto valor ecológico.
De acuerdo con documentos ingresados ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la compañía busca el cambio de uso de suelo en 10 hectáreas de bosque de coníferas con dominancia de encinos, con el objetivo de desarrollar un proyecto de minería a cielo abierto para la extracción intensiva del mineral.
La Manifestación de Impacto Ambiental detalla que el plan contempla una producción de hasta 416 toneladas diarias, equivalentes a alrededor de 125 mil toneladas anuales de feldespato, volumen que se mantendría durante una década. Posteriormente, la empresa plantea un periodo adicional de cinco años para labores de restauración y reforestación del sitio intervenido.
El área señalada alberga especies vegetales protegidas y de carácter endémico, como encinos, oyameles y otras coníferas, las cuales están reconocidas en la norma oficial mexicana NOM-059 por su distribución limitada a México y Centroamérica. Especialistas advierten que la remoción del bosque implicaría la pérdida irreversible de este ecosistema.
Además del impacto sobre la vegetación, el proyecto también podría afectar a la fauna silvestre que habita la región serrana, donde se ha documentado la presencia de diversas especies de mamíferos, como venados, liebres y otros animales que dependen del equilibrio del entorno forestal.
Aunque Feldmex argumenta que la expansión busca un aprovechamiento racional del recurso mineral y un impulso a la economía local, el antecedente de la minería en la zona mantiene encendidas las alertas. En años recientes, proyectos similares han generado inconformidad social por los efectos ambientales asociados.
La preocupación comunitaria se intensificó en 2024, cuando campesinos de Zacatlán denunciaron que varias empresas mineras operando en la región estarían presionando los mantos acuíferos y contaminando cultivos frutales. Estas denuncias, sumadas a la nueva solicitud, han reactivado el llamado ciudadano para que las autoridades prioricen la protección del bosque frente a la expansión minera.






