Con la cancelación anticipada del contrato del Museo Internacional Barroco, el gobierno de Puebla dejará de pagar más de 8 mil millones de pesos en los próximos 15 años, recursos que ahora podrán destinarse a otras áreas prioritarias para el estado.
El contrato de Asociación Público-Privada, firmado en 2016, obligaba al estado a pagar 523 millones de pesos anuales hasta 2039 por el desarrollo, equipamiento y operación del recinto. Su alto costo fue señalado en reiteradas ocasiones por el actual gobernador, Alejandro Armenta.
Museos Puebla y la Secretaría de Cultura formalizaron la conclusión del acuerdo mediante una resolución administrativa, que fue turnada al Congreso local para su notificación. Esta medida fue tomada como parte de una estrategia financiera para sanear las finanzas estatales.
En enero pasado, Armenta anunció la reducción de la deuda heredada por este proyecto, que pasó de 7 mil millones de pesos a 2 mil millones, tras negociaciones con empresarios vinculados al contrato. La reciente cancelación representa la culminación de ese proceso.
El gobernador sostuvo que esta acción no solo mejora la calidad crediticia del estado, sino que también representa un acto de justicia financiera: “El museo ahora sí va a pertenecer a los poblanos y no a intereses privados”.
Además, instruyó una auditoría completa a las obras realizadas durante el gobierno de Rafael Moreno Valle, con el objetivo de identificar posibles irregularidades y establecer responsabilidades legales.
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