Un bloqueo que ya supera las 20 horas mantiene colapsada la carretera federal Puebla-Atlixco, luego de que representantes de siete pueblos originarios de San Andrés Cholula cerraran el paso a la altura de Tlaxcalancingo desde el jueves por la mañana. La protesta sigue y mantiene varados a cientos de automovilistas, quienes deben tomar rutas alternas para circular.
La demanda principal de los manifestantes es que sus propuestas, avaladas por la BUAP, la UDLAP y la Ibero Puebla, sean incorporadas al Plan Municipal de Desarrollo. Señalan que históricamente han sido excluidos de las decisiones que afectan sus territorios y exigen el fin de las imposiciones externas.
Las comunidades de Acatepec, Comac, Cacalotepec, Tlaxcalancingo, Tonantzintla, Tehuiloyocan y la cabecera municipal acusan al gobierno local de favorecer desarrollos inmobiliarios privados. En particular, denuncian la expansión del complejo Lomas de Angelópolis como un despojo territorial y ecológico.
Durante el bloqueo no se han registrado actos de represión, aunque permanece la presencia policiaca en la zona. La tensión aumentó cuando un camión de Bonafont intentó atravesar el cerco, lo que provocó el rechazo y enojo de los campesinos, quienes acusan a la empresa de explotar de manera abusiva los recursos hídricos de la región.
Además, los manifestantes exigen que se investiguen expropiaciones anteriores, como las que beneficiaron al Tecnológico de Monterrey, al que se le otorgaron terrenos bajo supuestos de utilidad pública. Consideran que estas acciones forman parte de un modelo que vulnera la vida y organización comunitaria.
Acompañados por organizaciones como Brigadas de Paz Internacional, los pueblos originarios mantienen su postura de no retirarse hasta ser atendidos directamente por las autoridades. Aseguran estar preparados para permanecer en el bloqueo el tiempo que sea necesario.
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