Hasta 200% han incrementado las rentas en el Centro Histórico de Puebla, afectando principalmente a los pequeños comercios que ahora enfrentan costos elevados para mantener sus locales. Algunos espacios diminutos, de apenas tres metros cuadrados, llegan a costar hasta 30,000 pesos al mes, cifras que superan la capacidad de muchos emprendedores.
Según José Juan Ayala, quien encabeza el Consejo de Comerciantes local, este aumento ha impulsado una transformación en la zona, favoreciendo la llegada de franquicias con mayor respaldo financiero mientras que los negocios familiares luchan por mantenerse a flote o se ven obligados a retirarse.
Locales de mayor tamaño también han sufrido alzas significativas, con rentas que alcanzan sumas superiores a los cientos de miles de pesos mensuales, complicando aún más la posibilidad de que nuevos comercios se establezcan y mantengan en el área.
Dado que la mayoría de los negocios en la zona son arrendatarios, carecen de herramientas para negociar o resistir estas subidas, situación que fuerza a muchos a cerrar o reubicarse fuera del primer cuadro de la ciudad.
Frente a esta realidad, el Consejo de Comerciantes ha hecho un llamado para que las autoridades intervengan y frenen esta dinámica que podría poner en riesgo tanto el empleo como la diversidad comercial que caracteriza al Centro Histórico.
Mientras algunos negocios logran pagar rentas en torno a los 15,000 pesos, los nuevos interesados enfrentan costos mucho más elevados, lo que limita la entrada y permanencia de una oferta comercial variada y auténtica.
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