Entre el déficit de personal, la escasez de medicamentos y vehículos de emergencia, y el deterioro de la infraestructura, el sector salud de Puebla se encuentra al borde del colapso. La combinación de estas carencias ha puesto en jaque la capacidad de hospitales y clínicas públicas para brindar atención adecuada a la población.
Julio Alfredo García, líder sindical de la Sección 25 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, denunció que la situación se ha agravado con la transición al modelo IMSS-Bienestar, evidenciando falta de insumos básicos, servicios sanitarios insuficientes e instalaciones en condiciones precarias, algunas incluso afectadas por inundaciones con aguas negras.
Además, el sistema enfrenta un grave déficit de personal: más de 400 plazas han quedado vacantes tras jubilaciones y fallecimientos, y se requiere contratar entre 2 mil y 2 mil 500 trabajadores para cubrir las necesidades actuales. Ante la falta de recursos, los propios empleados realizan colectas para adquirir materiales como papelería o para costear servicios esenciales.
La falta de mantenimiento también afecta a ambulancias y vehículos médicos, algunos en condiciones inoperables, lo que obliga a familiares de pacientes a asumir gastos como combustible y reparaciones para garantizar el traslado de enfermos.
Frente a esta crisis, el sindicato demandó la destitución del secretario de Salud, Carlos Olivier Pacheco, la realización de una auditoría externa y el respeto a la representación sindical, además del pago puntual de salarios y prestaciones. En caso de no recibir respuesta, anunciaron movilizaciones en Puebla y Ciudad de México para exigir recursos federales que ayuden a revertir la situación.
Por su parte, el gobierno estatal afirmó que mantiene diálogo abierto con los trabajadores, que el abasto de medicamentos e insumos se encuentra entre 60 y 70 por ciento, y que en el último año se han contratado más de mil 500 nuevos empleados para reforzar la atención médica. También rechazaron reportes de agresiones a personal médico.
La combinación de problemas estructurales y operativos pone en riesgo la atención de salud en Puebla, que requiere acciones urgentes para evitar un colapso inminente.
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